Ya estoy por cumplir mi segunda semana por estos lados fríos y solitarios, y cada día que pasa mas extraño mi hogar y mi gente, y escribo estas líneas por lo mismo, mucha gente te suele decir que le tomas valor a las cosas que tienes cuando las pierdes y sinceramente ahora aprecio mucho lo que tengo aunque sea poco o mucho, es valiosísimo.
Como no extrañar llegar a mi casa y que este mi mama esperándome para tomar once, ojo, no es que alguien me este esperando cosa que es muy linda, sino es la conversación relajada contar tus cosas desahogarte, en fin; ahora solo llego por la tarde y entro a la habitación vacía y fría, solo me espera una tele, cama y un frigobar; esperando que me de sueño lo mas rápido para pasar al otro día y así sucesivamente.
Como no extrañar llegar a mi casa y que este mi mama esperándome para tomar once, ojo, no es que alguien me este esperando cosa que es muy linda, sino es la conversación relajada contar tus cosas desahogarte, en fin; ahora solo llego por la tarde y entro a la habitación vacía y fría, solo me espera una tele, cama y un frigobar; esperando que me de sueño lo mas rápido para pasar al otro día y así sucesivamente.
Cuando era chico, mi viejo trabaja fuera de santiago y yo decía que no iba a tener un trabajo así, y ahora me veo en lo mismo; las vueltas de la vida...
Todo tiene su lado amable, he conocido gente muy gentil con los que he compartido y he aprendido otro estilo de vida mas relajado que la maquina santiaguina, aquí la gente se toma el tiempo, disfruta su familia, tiene sus costos claro que si, no hay las mismas comodidades que en una ciudad grande, por sobre todo medicina o hospitales.
Pero bueno, solo me faltan horas para estar con mis seres amados, y por sobre todo dar las gracias a mi familia por el apoyo que me han dado todo este tiempo, lo quiero mucho.
